domingo, 14 de febrero de 2016

Ser ignorante no es lo mismo que ser analfabeto

Este tema hace días que lo traigo entre pecho y espalda, pero la verdad no sabía como empezar, porque no quiero herir suceptibilidades, ni egos, y tampoco entrar en polémica, como suele sucederme!
Pero es que en esta época es imposible ignorarlo! Hoy, por ejemplo, leí un artículo sobre una joven universitaria desempleada. Y entonces dije "mi misma, entrale al tema pero para ayer" y así comenzó todo este enredo.
Me parece un poco contradictorio que esta joven, siendo "estudiada" no consiga trabajo, sobre todo en este momento, en el que un título pesa más que las plataformas de Gene Simons.... Parece mentira que hoy en día valga una completa mierda la experiencia que alguien pueda tener, si no tiene un título, y si su edad sobrepasa los 35 años.
Entonces entramos en esta cuestión, ser ignorante no es lo mismo que ser analfabeto. Ir a la "U" no te deja nada que no sea un título. Punto. No te deja experiencia. No te ayuda ni enseña como ser una mejor persona. Tampoco te abre el sentido común. Y si no tenés el talento, pues ahí sentado de fijo no lo vas a adquirir. Porque con eso se nace, no se aprende en el camino. Es simpático ver como hay gente que colecciona títulos, y entre más tiene más grande es su ego. También es simpático que alguien crea que porque estudió, puede humillar y minimizar a quienes no tuvieron la oportunidad de hacerlo, por las razones que fuera. La experiencia que se adquiere a lo largo de los años, sumado al talento que uno pueda tener también cuenta. Hay tanta gente que pasa por la universidad, pero la universidad no pasa por ellos! Y a pesar del tiempo y dinero invertido en estudios, son unos grandes ignorantes... Porque no saben dar el valor a quien lo merece. Porque son egoístas, prepotentes y creen que por usar una máscara de simpatía y educación, ya agarraron el cielo con las manos.
Si bien es cierto, estudiar es importante, no es lo principal. Hay un montón de cosas que deben contar cuando vas a valorar el trabajo de alguien, no sólo sus títulos, o lo chupa medias que pueda ser. Pero cada día más, nos convertimos en los testigos silenciosos de la discriminación, y somos su cómplice también. El que calla otorga.
No haber estudiado no quiere decir que uno sea un analfabeta. Hay muchas personas que a pesar de no haber pasado por un aula universitaria tiene mejor ortografía, dicción, talento y conocimiento. Usted podría pensar que yo, por ejemplo, me queme las pestañas estudiantado, y mi título de periodista me respalda a la hora de escribir. Sorpresa! Ni siquiera soy bachiller. Pero si soy talentosa, tengo vasta cultura general, excelente redacción y ortografía, mi letra es espectacular, y a pesar de ser deficiente visual, trabajo como editora desde hace mil años. He sido catalogada de publicista, pues me he destacado en ese ámbito desde hace más de 20 años, y aún a pesar de lo que gente pueda decir o pensar, hablo tres idiomas.
La vida ha sido dura para mi, pero con valentía he logrado salir adelante. A pesar de los prejuicios y señalamientos, he trabajado para la misma empresa por casi 25 años. Y me siento súper orgullosa de perder llamarme a mi misma autodidacta. Tengo 45 años, y lo grito a los cuatro vientos, pues a mi edad la mayoría de la gente se ve 20 años más vieja y gorda que yo. Lo que Dios me quitó en vista, me lo recompensó con un montón de talentos, y gracias a El he tenido la oportunidad de desarrollarlos todos al máximo. Así que sabe que? Si no calzo para usted, calzaré para alguien más, y el único que se lamentará será usted. Aquí usted, que ha estudiado, y colecciona títulos, que se cree con la autoridad de humillar a los densas y discriminarlos principalmente por su edad, es un completo ignorante. Usted es el analfabeta, no yo, que no pase por la "U".
Y aunque la verdad me pela cien metros de carrucha como se verá de "viejo", me rio sola, porque en un futuro no muy lejano será usted tan viejo como yo soy en este momento, y no creo que vaya a verse ni un tanto como yo me veo, tampoco creo que llegue a ser tan pleno y feliz como yo, porque ni el alcohol ni las drogas ni los viajes ni toda la plata del mundo le dan a uno el talento, la perseverancia y la valentía para encarar la vida con una sonrisa de satisfacción.
Me le brodo.